LA ÚLTIMA SORPRESA.

Desde muy chico me gustan las sorpresas, disfruto de ese estado emocional que altera de alguna manera la curiosidad, la sorpresa es un evento inesperado,  Una sorpresa es todo aquello pensado para sorprender o generar asombro en alguien. La idea de organizar y dar sorpresas, por lo general, tiene como fin alegrar a una o más personas, aunque existen casos en los cuales las sorpresas resultan desagradables o provocan reacciones negativas.

No hay nada peor que una mala noticia que nos toma por sorpresa. Sea un embargo, el desconocimiento de un documento, un hijo oculto, el embarazo de la hija, una intimación judicial, un comunicado de despido, una deuda que apareció de la nada, una demanda en su contra, descubrir que el hijo nunca asistió a la universidad, todas son cosas negativas que nos encuentran desprevenidos y nos causan grandes perjuicios, ya sea haciéndonos perder dinero o tiempo de nuestras vidas.

Dice Mario Benedetti: Existe la sorpresa mayor, para la cual nadie está preparado (aunque estemos expuestos a su anuncio constante):  la muerte. Agrega que vida y muerte son dos caras de un mismo acontecimiento: placer y dolor, inquietud y calma, tiempo de ida y tiempo de regreso.

Me gusta tomar todo a su tiempo, todo llega cuando tiene que llegar, los tiempos son perfectos, la vida es cuestión de actuar por un bien, responsablemente, dejarse fluir en las crisis y en su momento oportuno actuar, para lograr la superación, solo así se logra trascender.

Estoy de acuerdo que la sorpresa mayor en la vida es la muerte, de cualquier manera que se presente, ya sea por un accidente, por una larga enfermedad, repentina sin avisos, trágica y violenta, al joven o al viejo, de cualquier manera nos va a sorprender a los que se quedan o al que se va.

Siempre he tenido la costumbre de abrir los regalos de navidad que me dan el mero día 25 de diciembre, por varias razones entre regalos de pacientes, amigos y familiares me los hacen llegar días antes, y yo los reservo para el 25, mi familia me hacen burla que porque no los abro antes, en cuanto los recibo, para ya conocer el contenido, mis amigos íntimos que también saben de mi costumbre, que no es cuestión religiosa aclaro, ni de superstición,  no lo pueden creer que no abra los regalos y ya  de una vez estrenar las cosas. Pero me encanta que me sorprendan, simplemente me gustan las sorpresas, observo el tamaño del regalo, el peso, y me da una idea, pero no lo abro hasta el 25. Los saboreo en una palabra, me reservo para la sorpresa de ese día.

Muchas veces me preguntan, ¿que es la muerte?, cómo la defino y siempre contesto que será mi última sorpresa a descubrir, ese día, el día que a mí me toque, conoceré que es morir, “a donde se va”, que se sentirá…. Para mí, la muerte es todo un misterio, pues científicamente no hay ninguna respuesta, muchas teorías y mitos sobre la muerte, este suceso obligado para todo ser viviente, no me ocupo de investigar que hay después de la muerte, así como los regalos de navidad, así esperare hasta el día exacto y viviré la sorpresa que es el morir.

Y como decía mi estimado y admirado  Jaime Sabines:

“Morir  es  retirarse, hacerse a un lado, ocultarse un momento, estarse quieto, pasar el aire de una orilla a nado y estar en todas partes en secreto”

La muerte será siempre una sorpresa, en muy escasas situaciones puede ser oportuna, como en las situaciones de enfermedades muy dolorosas y que ya no se puede hacer nada más que, pensar en donación de órganos y en aceptarla o incluso hay casos donde se pide que esta persona muera para que ya no sufra, donde ya se agotaron todos los recursos médicos,  pero por lo general la muerte es siempre indeseable, jamás anunciada,  y sin embargo constante.

 

FRASE
La muerte nos seguirá  sorprendiéndonos, aunque llevamos conviviendo con ella toda la vida.

 

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