Un año nuevo más está empezando. Estamos comenzando un ciclo más. Es tiempo de reflexionar, pero no sólo de pensar, es dar el siguiente paso que es responsabilizarnos de nuestra vida, tenemos otra oportunidad que el calendario nos regala para recapitular, desechar lo viejo y lanzarnos a disfrutar de lo nuevo, ya no aplicar los mismos hábitos que no nos han funcionado, hacer ajustes a nuestra vida.
Sin embargo, atrevernos a vivir lo nuevo o, simplemente, reconocerlo, muchas veces no es tan fácil. El cambio puede asustar y por lo tanto nos podemos resistir a ello.
No se trata de cambiar nuestra vida: porque somos la vida misma; se trata de tener nuevas alternativas, de romper con antiguos patrones y re-iniciar una experiencia para alcanzar una diferente y superior forma de vida.
Todo se mueve: lo que comienza, termina en algún momento y da paso a que algo más comience. Lo que nace se transforma y más tarde muere para volverse a transformar en vida. Esto es, vivimos en una constante renovación, en un constante renacimiento.
Hay muchas personas que sin saberlo, tratan de detener la natural renovación de sí mismas y de sus circunstancias, ya sea por ignorancia o por miedo y, sin querer, caen en un estancamiento parecido al estar muertas. Medio muertas, podemos decir. Y hay muchas maneras de estarlo, cuando vivimos pegados al pasado y sin vivir conscientes del presente, cuando nos aferramos a relaciones que ya terminaron, cuando no apreciamos los beneficios que la vida nos da, cuando vivimos rechazando lo que es y nos inventamos pretextos para no cambiar lo desagradable y nada más nos quejamos eternamente, aferrándonos a viejos hábitos… En un rápido resumen: muerto en vida sería cuando al respirar (o sea todo el tiempo) no te das cuenta de que lo estás haciendo y no te das cuenta de que estás VIVO.
En el momento que te des cuenta que la chispa de vida y la alegría la tienes apagada, es momento de renacer. El renacimiento es la acción impulsora que despeja el letargo, la depresión y la apatía.
Liberarse del proceso de muerte significa liberarnos de nuestro aislamiento, interactuar con el entorno y permitir que con nuestra participación todo se beneficie. Renovarse es sabio, es natural y es delicioso.
Existen diversas técnicas terapéuticas que facilitan esta renovación y brindan la oportunidad de que te vuelvas creativa en el diseño de tu vivir. Lo hemos repetido muchas veces, tú elijes lo que quieres vivir y lo que no quieres también.
1. Durante el día, ¿tienes constantemente ganas de estar dormida y no despertar?
2. ¿Tienes algún tipo de enfermedad crónica?
3. En tus relaciones, ¿hay constantes rupturas? ¿Desencuentros?
4. ¿Sientes resentimientos hacia alguien, algo o hacia ti misma?
5. ¿Sientes hastío o aburrimiento por lo que estás viviendo?
Si contestaste que sí a alguna de las preguntas, te convendría mucho un renacimiento y elevar tu calidad de vida… . ¡¡¡Feliz año nuevo, felices nuevas experiencias!!!
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