El dolor emocional duele, no es un invento. Cuando una persona tiene en su vida una situación de dolor emocional, sea por una ruptura de una relación, una pérdida de cualquier tipo, abandono o muerte, esta experimenta un dolor en el pecho, un vacío angustiante en el estómago, que no es inventado, sino que es algo real.
«El dolor físico es una advertencia de nuestro organismo para no hacer algo que nos hace daño, por ejemplo, caminar con un tobillo o una pierna rota. El dolor emocional, también puede ser una advertencia, para no volvernos a involucrar en una situación que nos pueda herir. Y de la misma forma como el dolor físico puede volverse crónico, también ocurre los mismo con el dolor emocional», sostiene la doctora Noemí Eisenberger, parte del equipo que dirigió el estudio.
Qué se hace con el dolor emocional
Hay personas que tratan de negarlo, otras lo ocultan, algunos lo ignoran, y hay quienes, hasta pelean en su contra. Lo cierto es que cuando se tiene un dolor emocional hay que buscar la manera de aceptarlo y propiciar que este se canalice de manera adecuada, para que no produzca una catástrofe emocional.
El dolor emocional no podemos ignorarlo, ni enmascararlo, ni pelear en contra de él, ni ocultar que existe, porque el resultado será una avalancha de conductas adictivas de cualquier tipo. Las compuertas del dolor emocional son las palabras, la familia, los amigos, los tratamientos médicos y terapéuticos. Ellos enseñan a librarnos poco a poco, de toda esa tormenta emocional. Hay que reconocer el dolor y hablar, ir sacando poco a poco ese dolor, hasta que vuelva a su cauce. Cuando es tan intenso que no podemos con el, hay que recibir medicamentos, que nos ayuden.
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Muchas gracias por ayudarnos a canalizar y solucionar estas emociones. En mi opinion cuando tenemos un dolor por perdida de un ser querido es algo que debemos sacar hablarlo llorar y si es necesario tener un momento a solas para poder sacar eso que nos duele tanto despues de haberlo hecho tener la conciencia q lo amabamos demasiado como verlo sufrir recordar los momentos buenos de esa persona para tenerlo siempre en un buen concepto