MOMA Cuando dejaste de ser TÚ.

robledo2Julio 23, hace un año, tu cuerpo dejo de existir en este mundo, renunciar a ya no tenerte, a ya no verte, no platicar, no tocarte, no oírte, no fue fácil. Pero era más difícil verte sufrir con esa enfermedad, que fue minando tu agradable personalidad, dos años dejaste tu cuerpo aquí en este mundo, te convertiste en otra, en una desconocida que sufría, que agonizaba poco a poco, te fuiste de repente en una sola tarde, y nos dejaste un cuerpo y una mente que no eras tú, fue muy doloroso que tú ya no eras tú (…….).

Recuerdo que esa tarde de repente me robaron tu presencia, no lo podía creer y mucho menos aceptar, te tenía en mis brazos y trataba de controlar y tranquilizar a una desconocida, porque tú ya no eras tú, ya no eras la Moma, en un instante te perdimos, me aferraba a encontrarte, pero fue inútil, a mí me tocó ser testigo de tu muerte mental y dos años después de tu muerte física, fui quien despidió tu conciencia, a quién trataste por última vez con tu verdadera personalidad, y también me toco tenerte en mis brazos en tu último suspiro, que afortunado soy por estar en tus dos muertes. En tus dos despedidas.

Los seres humanos morimos, y en muchos casos morimos varias veces hasta llegar a la muerte física, y con frecuencia lo experimentamos cuando tenemos a un ser querido con una enfermedad crónica degenerativa, donde va acabándolo lentamente, y donde lentamente vamos perdiendo a nuestro familiar o pareja.

Mi madre, que mi abuelo siempre la nombro “Moma” y así se le quedo ese apodo, presento una enfermedad poco común, tenía tiempo que estaba diagnosticada con Parkinson atípico, pero de repente perdió su personalidad, ese día estábamos en mi consultorio, ella descansando y yo me preparaba para iniciar la consulta de la tarde después de haber comido muy tranquilamente ella, mi asistente, su enfermera y yo. Y de repente mi secretaria fue a mi oficina muy angustiada porque mi mamá se había salido muy alterada a la calle y su enfermera no la pudo convencer de quedarse y salió a tratar de detenerla, pero no fue posible.

Fui por mi carro y por el malecón encontré a mi madre sufriendo una crisis de terror, estaba incontrolable,” buscaba a su hija”, “la gente le quería hacer daño”, estaba perdida en tiempo y espacio, aterrada porque decía no conocer esta ciudad, fue la peor experiencia de mi vida, pues ella estaba muy alterada y con mucho miedo, a todo y a todos, pues desde ese momento ya no conoció a nadie, todos para ella éramos unos desconocidos que le queríamos hacer daño, yo me comunicaba con él celular a otra ciudad para que hablara con mis hermanas, y se tranquilizara, pero ella más se asustaba pues no las identificaba, mis hermanas a la vez asustadas e impotentes porque solo oían gritos, ruidos de carros, y sobre todo oían a su madre fuera de control. La crisis duro 4 horas (…..) .

Después de estabilizarla a los días, sedada la trasladamos a su ciudad, allá nos recibieron mis hermanas, incrédulas de quien recibían, nada que ver con su madre, débil, semi sedada, balbuceando incoherencias, pidiendo paz, y suplicando ser curada.

La familia en silencio y temerosos comenzamos con juntas médicas, peregrinar en hospitales y laboratorios, siempre con la esperanza de encontrar una cura o al menos un diagnóstico y de ahí hacer una estrategia curativa, para que los médicos nos regresaran a Moma, después de un tiempo el diagnóstico fue: PSP ( parálisis supranuclear progresiva), realmente de poco sirvió el diagnóstico pues nunca regreso a ser ella de nuevo, al contrario se vino una cascada de enfermedades, complicaciones físicas y mentales, durante dos años hasta llegar a su muerte física.

Qué difícil es para los familiares y para el paciente vivir con enfermedades como Alzheimer, PSP, o cualquier demencia senil, ya que vas perdiendo poco a poco a tu ser querido y va quedando tan solo un cuerpo que cada día va perdiendo: conciencia, fuerza y movilidad, hasta llegar a ser seres tan frágiles tan difíciles de manejar y algunos con episodios de agresión que debes de ser muy cuidadoso para controlarlos, y tranquilizarlos sin correr el riesgo de quebrarles un brazo o pierna pues pierden tanto peso que son vulnerables hasta de un movimiento brusco.

Y como un pequeño pero sincero homenaje nuestro logo de Casa Antigua se le agrega la palabra MOMA, ya que fue la inspiración para el programa “de 60 y más” que se ofrece. Mi agradecimiento eterno a mis hermanas Emma Rebeca y Ace por todos los cuidados y atenciones que tuvieron siempre con Moma.

¿Te gustó este artículo? Por favor, deja tu comentario y comparte en tus redes sociales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
× Hola ¿Cómo puedo ayudarte?