Las personas no se unen en matrimonio pensando en divorciarse, pero lamentablemente si no se cuida la relación, si no hay: comunicación, expresión amorosa, honestidad, compatibilidad, respeto y sobre todo amor, se llega a la separación o al divorcio. Y en muchos casos hasta divorciarse es lo más sano para la pareja y los hijos.
La vida y la consulta me ha presentado a varios padres que sufren porque pierden el día a día con sus hijos debido a una separación o divorcio con su pareja. Es usual pensar que los hijos “deben” de estar con la madre, pero no todas las mujeres que han parido un hijo tienen o han desarrollado el amor materno, en la cuestión legal la madre tiene ventajas sobre la patria potestad de los hijos y el juez no investiga si la sra es capaz, o si realmente desea tener la custodia de sus hijos.
Conozco a varios hombres que son más responsables en la educación y están más aplicados en el cuidado de sus hijos que la madre. No toda mujer quiere tener hijos o no toda mujer quiere después del divorcio tener la responsabilidad de la crianza de los hijos, y es válido, ese estereotipo de que la mujer nació para casarse, tener hijos y ser sumisa ya paso a la historia, la mujer actual decide, estudia, trabaja, toma decisiones, viaja sola, emprende negocios, decide tener o no tener hijos, y entonces porque no podrá decidir si se hace cargo o no de los hijos después del divorcio?.
¿Será por lo que la sociedad espera eso de una madre?, ¿un padre que sale de su hogar después de un divorcio es menos padre que el que se queda? , claro que no, yo pienso que los hijos deberán de estar con la persona que realmente tiene mayor vocación para cuidarlos, protegerlos y educarlos independientemente si es la madre o el padre. Existen mamás muy comprometidas con sus hijos y hay papás que están más atentos a los hijos que la madre. Existe de todo, aquí lo importante insisto es que las autoridades deberán de seleccionar al más capaz, a la persona idónea, pensar realmente en los niños y no guiarse por lo usual o lo que se acostumbra.
Por norma general la custodia queda en manos de la madre, ésta debe ponerse en el lugar del padre y no privarle de disfrutar de sus hijos y así, entre todos, contribuir a que los niños puedan contar con los padres, con ambos, del mismo modo que antes de la separación. Que un niño crezca sano y feliz, depende de que sus necesidades y relaciones afectivas estén garantizadas. Si a un niño se le da lo que necesita en cuanto a protección, educación, cuidado y cariño, crecerá fuerte, feliz y seguro de sí mismo, independientemente de que lo crie la madre o el padre. Una separación puede ser también una oportunidad para todos, también para mejorar la calidad de las relaciones entre padres e hijos.
