Tanatología: Una filosofía para saber dejar ir

TanatologiaLa Tanatología en los finales de los 60´s y en principios de los 70´s se dedicaba a la atención del moribundo y sus necesidades exclusivamente físicas, con el tiempo y con las investigaciones de la Dra. Elizabeth Kubler-Ross, se reconoció que los pacientes terminales tienen otras necesidades no sólo físicas sino también existen sus necesidades psicológicas, espirituales, legales, etc.

Afortunadamente la ciencia médica y psicológica ha avanzado y como consecuencia también la Tanatología; en la actualidad esta disciplina no sólo se centra en el paciente terminal, ni en la muerte, como lo apreciamos en su nueva definición:

Definiendo la tanatología

Es una disciplina que estudia la muerte y al que la está viviendo (persona por morir), pero también estudia la VIDA, es decir, también se encarga de estudiar las pérdidas que enfrenta el ser humano a lo largo de su vida las cuales en mayor o en menor medida trastocan su esencia, su YO, debilitándolo y colocándolo como una persona vulnerable ante el mundo.

Durante nuestras vidas vamos teniendo diversas muertes, algunas pequeñas, otras no tanto. Sin embargo, cada una de éstas nos da la oportunidad de vivir y crecer como seres humanos, como hijos, hermanos, esposos, amigos, padres. Para poder recorrer cada uno de esos caminos la Tanatología ayuda a encontrar ese sentido en el proceso de la muerte.

En el día a día existen o se presentan las pérdidas cotidianas. Nadie desea hablar de las pérdidas, sin embargo no podemos escapar a ellas. A donde quiera que observemos a nuestro alrededor y en cualquier momento de la vida que lo hagamos, vemos a seres humanos enfrentando pérdidas. Y la palabra pérdida no se refiere exclusivamente a la muerte, sino también a la sensación dolorosa que conlleva el dejar, ser dejados, separarnos, cambiar, renunciar. Y las pérdidas no sólo incluyen a aquellos seres queridos, sino también expectativas, ilusiones, etapas, Salud, fuerza, etc.

Y como pérdida se entiende: aborto, separación de parejadivorcio, mutilación de una parte de tu cuerpo, quedar desempleado, cambiarse de ciudad, el despojo (por asalto), pérdida de la libertad, pérdida de la juventud, el tener una enfermedad crónica es también una pérdida y por supuesto la pérdida física de un ser querido.

Estas son algunas de las pérdidas que enfrenta un ser humano a lo largo de su existencia y que lo hacen sujeto de apoyo clínico de tipo tanatológico.

¿Qué es el duelo?

El duelo es ese estado de pensamiento, sentimiento y actividad que se produce como consecuencia de la muerte de un ser querido o algo significativo para ti, asociándose a síntomas físicos y emocionales. La pérdida  es psicológicamente traumática en la misma medida que una herida o quemadura, por lo cual siempre es dolorosa. Necesita un tiempo y un proceso para volver al equilibrio normal.

Es natural que el fallecimiento de un ser querido produzca diversas reacciones como confusión, tristeza extrema y depresión. Lo que no es natural es que ese estado se prolongue más tiempo del necesario.

Como reflexión les comento que las pérdidas son una parte ineludible del estar vivo. Puede no ser justo, pero es real, y el enfrentarlas es necesario. En cada pérdida se experimenta dolor, angustia, tristeza, etc.., y tanto el dolor como la dificultad para superarlo dependerá de la intensidad de la pérdida. En este sentido, la pérdida más profunda, dolorosa y difícil de superar es la muerte.

Se suele pensar que las pérdidas únicamente ocurren en las personas destinadas a perder, pero ¿quién puede permanecer al margen de las perdidas?

La pérdida se supera pero nunca se olvida 

Cuando la elaboración del duelo es óptima, recordar la pérdida ya no duele pero se recuerda porque ahí está: el padre que perdimos dejó algo en nosotros, la pareja de la que nos divorciamos reconstruyó algún pedacito de nuestra persona, el hijo que no llegó a nacer provocó algún cambio en nuestra identidad.

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reconciliación

2 comentarios en “Tanatología: Una filosofía para saber dejar ir”

  1. Hace tres meses murio mi esposo, soy una adulta mayor de 80 años y no puedo recuperarme de su partida, he leido sobre tanatologia y lo unico que me falta es consultar una sicologa especialista en duelo, mi principal problema es que tengo que recurrir a los antidepresivos porque de lo contrario siento que el suicidio seria mi unica solucion. Gracias por su atencion!

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