La obesidad y el duelo

 obesidadLa obesidad puede desencadenarse como reacción a un duelo por la muerte de un ser querido o una pérdida importante para ti. La angustia que provoca la pérdida de alguien o algo significativo puede ser la causa de actos o conductas no saludables para calmar la angustia, tales como comer para llenar el vacío interior.

Entre este tipo de conductas no saludables está la mala alimentación o el refugio en la comida, como una forma de calmar la angustia que sientes en ese momento. Sin duda, esto debe ser tratado por un Tanatólogo, si es que la angustia no la puedes contralar. 

El duelo es algo normal cuando se produce una pérdida importante para tí, pero luego de que ha transcurrido un tiempo considerable, si no logras sobreponerte a la angustia y además, continúas con síntomas como puede ser el exceso en la comida como refugio ante la angustia, pues entonces, puedes llegar a tener un problema de obesidad. 

El problema consiste en una mala tramitación del duelo o en un duelo no elaborado adecuadamente. Esto puede producir obesidad, en la medida que eliges comer en exceso para calmar el vacío interior, lo que no es más que un síntoma, producto de la angustia mal elaborada. 

En suma, ten en cuenta las siguientes cuestiones, para enfrentar la angustia y evitar la obesidad:

  • Trata de elaborar el duelo adecuadamente, asumiendo la pérdida.
  • Consulta con un especialista en pérdidas (tanatólogo) para que te ayude.
  • No te aísles y habla de tu angustia con amigos, familiares y conocidos.
  • No te refugies en la comida, ni en ninguna otra conducta no saludable.
  • No te encierres, ni te libres a una desenfrenada acción sin fin. 

Quizás la angustia, pueda conducirte a la búsqueda de refugio en la comida. Además de los nutrientes que te aporta para poder vivir, la comida constituye simbólicamente a la madre, que alguna vez te proveyó del alimento para poder subsistir. De tal modo, al comer para combatir la angustia, buscas esa madre simbólica asociada a la comida.

El problema es que la comida es para nutrirse y vivir sanamente y no para calmar la angustia. Lo primero que debes hacer si sientes angustia es intentar hablarlo con alguien, ya que la palabra suele ser un medio eficaz de curar la angustia. 

En la búsqueda de refugio en la comida no lograrás combatir tu angustia, sólo conseguirás empeorar la situación, ya que puedes acabar con sobrepeso u obesidad, lo que no es saludable, ni para tu cuerpo, ni para tu mente.

reconciliación

 

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