La pérdida de una mascota (Para Jorge y Anubis)

Como lo he dicho en varias ocasiones, el ser humano es un ser de apegos, y en el trascurso de su vida va teniendo una serie de pérdidas, desde el cambio de ciudad hasta la más dolorosa que es la pérdida de un ser querido, que actualmente yo consideraría aún más dolorosa la desaparición de un ser querido.

Las mascotas son parte de nuestra vida, existen afortunadamente personas que se hacen cargo de un animal, y en el 90% de los casos en instantes se vuelve un integrante de la familia, nos relacionamos con ellas desde el amor, y ponemos en juego los mismos procesos hormonales y cerebrales que cuando amamos, por ejemplo, a un familiar.

Así, la unión entre las personas y sus mascotas es realmente significativa, les escogemos un nombre, les damos un lugar en nuestro lugar, y somos muchos los que hablamos con ellos, los abrazamos, y nos ocupamos por darles una calidad de vida, estoy totalmente de acuerdo que los extremos de atención son malos, ellos no dejan de ser unos animalitos.

La muerte de una mascota es tan dolorosa como despedir a un ser querido, según la tanatología. Si alguna vez has perdido a una amada mascota, seguramente sabes el dolor que se siente. Pero no siempre los demás lo comprenden. 

He recibido a personas en mi consultorio por la pérdida de su mascota, y en mi vida personal los entiendo el dolor que pasan pues siempre he tenido perros en mi casa desde mi infancia, es un dolor que se sufre en soledad, porque para otras personas es incomprensible, en ese sentido, el dolor puede ser más difícil de superar. Por eso es tan importante hablar del tema y desmitificarlo.

“¿De verdad? ¿Estás tan mal por tu perro?” “solamente era un animal”, puede que digan tus amigos o compañeros de trabajo. Y es difícil explicarles que sí, que estás triste, que has perdido una parte importante de tu vida. Según un estudio del Departamento de Psicología de la Universidad de Central Lancashire en Reino Unido, el vínculo que forjamos con nuestras mascotas es comparable al que tenemos con los humanos.

Cuando se trata de la muerte de una mascota, no solo nos despedimos de un ser al que quisimos muchos. Con ella también se van los buenos tiempos vividos, la costumbre de estar juntos, y esa hermosa sensación de tener a alguien que siempre está esperando que regreses a casa. Es todo un amor sin condiciones lo que ellos nos proporcionan en toda su existencia, y aún enfermos.

Hace unos días mi amigo Jorge tuvo que tomar la difícil decisión de dormir a su perrita, siempre he comentado que dormir a una mascota es un acto de amor, es parar su sufrimiento que le produce la enfermedad que está padeciendo, si ya la calidad de vida es insostenible, a parte será progresiva y no existe una esperanza de sanar, se debe de tomar esa decisión.

Jorge  escribió la noticia en su FB de su decisión de poner fin a la agonía de su mascota, en su descripción nos enteramos de la historia completa de Anubis, él la rescato y la adopto hace casi 18 años, compartió con ella innumerables situaciones, lo que me gusto de sus dos escritos fue el compartir su dolor, desde anunciar su decisión, y el último día,  lo que Anubis representaba para él y para su familia, como esa perrita lo escogió a él en el albergue de animales, porque él iba buscando otra raza y otras características, pero en cuanto esa perrita lo vio ya no se separó de él, y así fue hasta el último momento.

Gracias Jorge por compartir tu amor hacia Anubis, respeto mucho a las personas que no le gusta tener una mascota, pero este escrito ayudara a que se comprenda un poco más, que la pérdida de un animalito es dolorosa para sus dueños y ojalá sea también respetada como las otras pérdidas que existen. y por último ¿Jorge no has pensado en escribir?, me encanto tu narrativa, fue excelente, a muchos nos sensibilizaste, piénsalo. 

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