Duelo complicado y el mes de diciembre

Miriam no soporta el mes de diciembre. Cuando comienzan a acercarse las fiestas decembrinas ella empieza a tener una fuerte tristeza que acaba en depresión, se acuerda de sus padres fallecidos, en un feo accidente, la policía, la velación, la cremación, todos estos recuerdos la invaden, lo lamentable es que sus padres murieron hace 12 años.

A Paco nunca le gustaron las fiestas y después de la muerte de su hija hace 8 años la fiesta de año nuevo para él es lo peor, su hija tenía 16 años cuando murió,  siempre dijo que estas fiestas decembrinas son algo muy cursi, un truco de la mercadotecnia lo de regalar presentes y desearse buenos deseos para el siguiente año, su hija era la encargada de decorar el pino y toda la casa pero sobre todo era la que involucraba al papá en esta fiesta familiar y él se dejaba convencer, y ahora desde que murió su hija él se retira temprano y le es imposible disfrutar a sus demás hijos y a su esposa, y se pregunta: ¿qué tiene de bueno el siguiente año si su hija ya no está viva?

Karla llora y llora cada diciembre, hace 5 años su único hijo murió de una repentina enfermedad, un joven con un gran futuro, ella sufrió todo el proceso de ir a hospitales y visitar doctores, todos los fines de semana va al cementerio y ahí se pasa gran parte del día, es muy difícil para ella ver a sus demás familiares alegres por estas fechas de navidad y año nuevo.

Rafael era una persona que le agradaban en gran medida la navidad y sobre todo el festejo de año nuevo, era el primero en su trabajo y en su numerosa familia que organizaba las posadas, pareciera que esperaba todo el año para llegar a diciembre, de verdad gozaba todo lo referente a estas festividades, pero sobre todo la compañía de su amada esposa…., pero ella murió hace 7 años, ya no hay navidades para él desde esa fecha, y lo peor es festejar un año nuevo…. Un año que solo según él le espera soledad y tristes recuerdos.

Todos estos casos son de personas que no son capaces de quitarse de sus mentes a los que ya no están. Se llenan de apatía, melancolía y de tristeza por la muerte de sus seres queridos que lamentablemente ya murieron.

Estos casos son ejemplos de duelos no superados, también se les nombran duelos complicados. ¿Pero es posible olvidar y superar la muerte de un ser querido?, ¿Y más en estas fechas?, la respuesta es SÍ, porque todos hemos experimentado y sufrido la pérdida de un ser querido, pero hay personas que se estacionan, se estacan en el duelo, no avanzan, ni por broma llegan a la aceptación de su pérdida, y se instalan en la depresión, hablando sólo de los recuerdos de esta persona que poco a poco se ha convertido en una obsesión, otros desarrollan culpas por lo que sucedió a sus seres queridos, o culpa por lo que no les dieron en vida, es un recuerdo constante y permanente que sigue haciéndole daño y sufrimiento.

Estas personas por un lado quieren olvidar ese triste suceso de muerte que ha sido muy determinante en su vida, pero tienen asociado fechas como navidad y año nuevo con el dolor emocional por sus pérdidas. En ciertos casos se siente mucho coraje por el abandono, por dejarlo solo, o con mucha responsabilidad que sin esa persona se sienten perdidos, y todo esto dificulta para la recuperación y para aprender a vivir sin esta persona.

Una vez que aceptamos la muerte en terapia tanatológica, la persona querida vuelve a estar viva para nosotros, la sentimos en nuestro interior, oímos sus consejos, sus experiencias, sus vivencias. Ya no nos viene a la mente el momento de la muerte, la enfermedad, el velatorio, sino que recordamos situaciones en las que la persona amada estaba viva y nos transmitía sus sentimientos hacia nosotros. Recordamos escenas que nos producen paz, bienestar, salud.  No es justo quedarse sólo con el recuerdo de los últimos momentos, con la enfermedad, con el momento de la muerte, del sufrimiento, cuando hemos vivido con esa persona durante años y podemos recordar los sentimientos de amor mutuo que sentíamos a lo largo de su vida.

EXISTEN LOS DUELOS COMPLICADOS, LOS DUELOS QUE NO RESOLVEMOS Y NOS TIENEN ESTACIONADOS EN EL DOLOR, NI VIVIMOS Y DE ALGUNA MANERA NO DEJAMOS VIVIR A LAS PERSONAS QUE NOS RODEAN.