Hace un par de días recibí un mensaje por el whats Aap, realmente me altero, a pesar que eran unos cuantos renglones, causó en mí una enorme angustia, y una fuerte preocupación por Cosby, mi amiga que me lo envió, me lo creí, inmediatamente quería marcarle y hacerle saber todo mi apoyo ante tal situación, me imagine toda la película en unos segundos, me preocupé por sus hijas que son muy pequeñas y la reacción de Francisco su esposo, fueron solo unos segundos y después descubrí al leer el final que era una broma.
El mensaje decía así textualmente: “ No te había querido contar pero ando mal, después te cuento, aquí en la casa las cosas están feas, trataron de matarme anoche, quiero volar lejos de aquí voy para tu casa…… atentamente el zancudo…..” .
Me llamó la atención cómo y porque caí redondito en la broma, hice mis hipótesis, pero mejor decidí escoger a 30 de mis contactos y enviarles el texto y conocer sus reacciones, soy un apasionado de conocer las reacciones del ser humano, quería conocer cuál iba a ser la reacción de los 30, inmediatamente elegí al azar los contactos y les envié el texto. Debo de confesar que no solo era mi afán de conocer las reacciones que provocaría, también caí en la tentación de la broma nunca de la venganza, pero si de divertirme un rato.
Inmediatamente me contestaron, me dijeron de todo, unos con emoticones ( los íconos o figuras que expresan cualquier emoción del ser humano y también de objetos), unos hasta me regañaron y me dijeron palabrotas porque reaccionaron con coraje , y hubo de los que me mandaron un audio para expresar su fastidio por el texto, lo que me llama la atención después de leer y oir todas las contestaciones, las puedo resumir en dos reacciones que este “inocente” mensaje provoco: 1. Una reacción de alarma, de malestar, de preocupación, de miedo, se la creyeron el 90%, no dudaron, el mensaje en realidad es demasiado corto y solo con las primeras palabras la mayoría se engancharon a la inseguridad que vivimos, y 2. La mayoría expresaron su sentimiento de alivio a mi persona por saber al final del texto que era una broma, eso me hizo sentir bien, era como si TODOS me expresaron que si me quieren o al menos hay un sentimiento de cariño y les preocupa mi seguridad.
En algunos casos reaccionaron muy sorprendidos, me comentaron que la gente que estaba a su lado vio cómo se alteró, o me dijeron que cambios en su cuerpo experimentaron como alteración al ritmo cardiaco, una sintió como se le paralizaban las piernas, en otros cambio la temperatura del cuerpo, y después de leerlo llegaron al alivio.
Lo triste de este ejercicio de haber enviado los 30 mensajes fue darme cuenta que vivimos con miedo, vivimos sin paz o nuestra calma es aparente, estamos a nivel inconscientes a la espera de darnos cuenta de algún “accidente” o de encontrarnos con un acto de violencia. Y lo peor es que ya mucha gente piensa que los actos de inseguridad ya es algo “normal”.
El incremento de la criminalidad, la aparición de nuevas formas de delincuencia más violenta, la inseguridad en las calles, la impunidad del delito y la deficiente participación de las corporaciones policiales han acrecentado la inconformidad de la sociedad hasta el punto de que el tema de la inseguridad pública delictiva ha terminado con nuestra tranquilidad, y no nos sentimos seguros, nuestra paz social se nos está desmoronando a una fuerte velocidad.
Estoy seguro que en el pasado este mensaje nos hubiera llevado en segundos o en las primeras palabras a la incredulidad, o a traducirlo como falso y reírnos del que nos lo envió porque no caímos en su engaño, pero nuestra realidad actual es otra TODOS en estos momentos estamos alterados por la violencia que se encuentra nuestra ciudad, el estado y todo el país, que triste la realidad en que vivimos actualmente.
Esta sensación de inseguridad desarrolla expresiones concretas emocionales, siendo algunas de las más importantes el miedo, la angustia, la ansiedad y otras más que desencadenan trastornos de personalidad específicos, espero que esto cambie y retorne la paz y la tranquilidad en nuestro país.
Vivir con miedo, la inseguridad nos ha cambiado la vida.
Octavio Robledo Psic. Clínico y Tanatólogo.
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