La seudopsicologia , el gran daño.

Desde hace tiempo ha venido desarrollándose por un grupo de impostores y sin tener conciencia del daño que ocasionan, produciendo o llevando a cabo, entre documentales sin ningún sustento científico, libros, cursos, diplomados,” curaciones alternativas”, “métodos orgánicos” y un sinfín de actividades que como no son científicas todo está en duda o sencillamente son tan falso, que es alarmante e increíble que existe gente que actualmente  acude con ellos, es como si alguien acudiera con un brujo para un “amarre” y para que una persona se enamore de ti, realmente increíble, aparte de que la mayoría ni siquiera estudio la licenciatura en psicología, ni mucho menos la especialidad en clínica.

El hombre que derribó con ciencia las terapias alternativas fue Edzard Ernst pasó dos décadas estudiando pseudomedicinas como la homeopatía, nacido el 30 de enero de 1948 en Wiesbaden (Alemania), es un catedrático de medicina e investigador especializado en el estudio de la medicina alternativa. Su padre y su abuelo fueron ambos médicos, y su madre fue asistente de laboratorio.

 Ernst investigo la medicina alternativa haciendo un especial énfasis en su seguridad y eficacia. Sus investigaciones analizan principalmente revisiones sistemáticas y meta análisis sobre ensayos clínicos. Tiene publicados más de 700 artículos en revistas científicas. Ernst afirma que solo alrededor del 5 por ciento de la medicina alternativa está respaldada por la evidencia, siendo la situación del resto insuficientemente investigada o carente de pruebas que demuestren su eficacia, esto también sucede dentro de la práctica de la psicología.

Desgraciadamente, como lo menciona Elena Marín Cánovas una reconocida psicóloga de Madrid, España, “estamos en un momento en el cual parece que todo vale, cuando hablamos de desarrollo personal. En los últimos tiempos, y con el auge de internet y las nuevas comunicaciones, han emergido un montón de pseudoterapias que se refugian bajo el paraguas del nombre de la psicología”.

Pero es el momento de que llamemos a las cosas por su nombre, e informemos a la población general de lo que es realmente la psicología científica y lo que es pseudopsicología. La psicología, al igual que la medicina o la biología, es una ciencia. Esto significa que los conocimientos que se acumulan desde hace décadas están demostrados empíricamente. 

Los psicólogos clínicos tenemos herramientas más que decentes para ayudar a los demás a superar situaciones emocionales difíciles. Pero tenemos que estar a la altura y trabajar con aquella metodología que haya demostrado ser eficaz. Y no caer en ese juego de “las terapias alternativas” como lo son:  el reiki (imposición de manos curativas), imanoterapia, los muy famosos aceites milagrosos hoy muy de moda, aparte de ser caros, no tienen ningún fundamento científico, más que de sus propios laboratorios para que sigan las jugosas ganancias económicas, la musicoterapia,  la aromaterapia, remedios herbales, masaje,  las muy de moda: las constelaciones, médium que se comunican con gente muerta, amuletos cubanos, chamanes y mucho otros más.

Todos estos métodos no científicos, son todo un engaño para gente de mente débil y/o personas vulnerables, debemos de permanecer en la lucha de la verdad científica para dar verdaderos resultados, buscar métodos seguros y efectivos.

¿Por qué son tan populares las terapias alternativas?, Muchas personas, especialmente los que padecen enfermedades crónicas, están buscando respuestas a sus preguntas sobre cómo pueden manejar sus enfermedades. A veces la medicina tradicional no puede darles sus respuestas y, así, no les pueden curar ni quitar los síntomas. Las terapias alternativas ofrecen muchas veces las respuestas, u ofrecen lo que la gente quiere oír.

Además, la gente se está volviendo más pro-activa en las cuestiones de la salud. Con la aparición del Internet, hay mucha más información disponible para los consumidores. La gente toma esta información y decide (con o sin la ayuda de sus médicos o psicólogos) que tipo de tratamiento les va a venir mejor. Muchas veces, las terapias alternativas parecen «más fáciles» o pueden parecer «arreglos rápidos», o incluso “más económica”. 

Al final las terapias alternativas, pueden ser caras, y muchas veces  peligrosas. No pongas en riesgo ni tu salud física ni psicológica, protege tu dinero y tu salud. No dejes un tratamiento científico, por la charlatanería, que debajo de ellos hay una fuerte industria ganando una gran cantidad de dinero a base del engaño y poner en peligro tu salud.

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