En muchos hogares existe una persona enferma, un adulto mayor, o un hijo o hermano con alguna discapacidad, éstas personas requieren del cuidado de una persona, que los lleve al baño, los alimente, bañar, entretener, cuidar, curar, y sobre todo proporcionarle mucho amor.
Parece fácil, pero no lo es, y menos por mucho tiempo o para siempre, unas personas lo toman como su responsabilidad, otras no están muy de acuerdo con este compromiso y lo toman como una carga, y otras personas simplemente no tienen con quien compartir esta tarea y la asumen por completo, de cualquier manera cuidar a una persona con una enfermedad crónica, o a una persona especial o a un adulto mayor, es una gran tarea y sobre todo responsabilidad, ya que seguido hay que tomar decisiones.
El cuidador principal no tiene horarios, ni existen los días festivos, y si sale de vacaciones se lleva en el pensamiento a la persona que cuida, es una tarea las 24 horas. Es una persona que poco a poco se va olvidando de sí mismo, y de sus demás facetas, me refiero a que descuida su rol de esposa, amiga, y hermana, ha habido gente que amando su trabajo renuncia para dedicarse “en cuerpo y alma” a su enfermo.
No estoy diciendo que está mal cuidar a tu ser querido, me refiero que si nos toca tener una persona que requiere cuidados especiales, lo más sano es en primer lugar reunir a toda la familia y preguntar en primer lugar quien quiere colaborar en esta tarea, porque en muchas familias existen las personas que por diversos motivos se niegan a cuidar, es necesario saber con quién se cuenta, después dividirnos las tareas, los horarios y sobre todo la cuestión económica, pues cuidar a una persona cuesta y si todos somos hijos todos podemos cooperar de acuerdo con nuestra economía, a veces hay integrantes que su ayuda es con atenciones cubriendo horarios para no contratar una cuidador externo, todo lo que ayude a esta tarea se vale.
Existen los adultos mayores que están sanos o con enfermedades controladas pero, requieren compañía, o tienen la necesidad de asistir a un centro especial para adultos, los hijos en este caso también podrán colaborar para que sus padres estén en terapia ocupacional y tengan nuevas amistades y pasen momentos agradables, aquí el compromiso de los hijos puede ser cubrir el costo de este centro entre todos, y dividirse la tarea de llevarlos y pasar por ellos.
Y lo mismo seria para el que requiere de terapia física fuera de casa, o cualquier servicio exterior para su mejoría o calidad de vida, es importante estar bien organizados para proporcionar una buena ayuda a nuestro familiar, las personas que se dejan absorber por esta tarea como cuidador exclusivo tarde que temprano termina agotado y de mal humor, se llega a un agotamiento tanto físico como emocional y en ese momento ya no es la persona adecuada para cuidar. Simplemente se volverá intolerante a cualquier situación.
Existen las personas que se organizan, se informan y hacen los cambios necesarios para cubrir este compromiso de cuidar y se protegen estableciendo horarios y contratando personal externo, y ellos están supervisando que su familiar este adecuadamente cuidado, y su responsabilidad ya no los ahoga, están tranquilos porque cuidan sin descuidar sus otras facetas, y llegan a experimentar hasta un cambio positivo en su persona, porque están al cuidado de su ser querido sin olvidarse de si mismos.
Es común recibir en mi consulta a cuidadores agotados emocionalmente, otros con culpas por no comprometerse o no saber cómo pueden negociar en su familia los cuidados del padre o de la madre, y también conozco a cuidadoras excelentes como la Sra Tere de Escutia que aprendió poco a poco a cuidar de su madre, sin dejar de ser ella con ese carácter tan alegre que nos encanta de Tere, nadie se debe de sacrificar por nadie, ni siquiera por su madre, logremos negociar, coincidir y organizarnos, pues si alguien se apropia en exclusiva el rol del cuidador principal, cuando existen otros, le estamos negando esa oportunidad a los demás.
Si el cuidador se protege, estará siempre en condiciones de proporcionar ayuda en forma amorosa y asertiva, si el cuidador se descuida, ¿quién cuidara al enfermo o al adulto mayor? .
