Ansiedad: Entre la culpa y la preocupación

ansiedadLa culpa y la preocupación generan sentimientos de insatisfacción. Y lo que es peor, hacen que escapemos del presente y nos perdamos todo lo que tenemos por vivir, el aquí y ahora…

La culpa es un sentimiento de insatisfacción relacionado con algún hecho acaecido en el pasado.

La preocupación implica miedo por el futuro, por lo que vendrá. Estos dos mecanismos sólo tienden a sacarnos de lo que realmente tenemos: el presente. Son consideradas “emociones inútiles”. Tanto la culpa como la preocupación nos inmovilizan y nos quitan fuerzas para afrontar lo que estamos viviendo… no son más que una forma de escapismo.

¿Cómo nos afecta la culpa y la preocupación?

Piénsalo un instante: que te sientas mal por un hecho que ya pasó, ¿cambiará en algo lo sucedido? ¿Cuál es el fin de revivir algo una y otra vez, castigándote y teniendo pensamientos tales como:

Ay, si hubiera hecho esto así …. en vez de como lo hice.

Si yo no le hubiera contestado eso a mi madre, ella…

No conseguí el empleo, la culpa es mía por haber (o no haber…)

Yo debería haber hecho tal cosa… …

¡Todo esto pasa por mi culpa!

¿Te das cuenta del mecanismo?  Revives en el presente algo que te molestó del pasado y eso te imposibilita disfrutar de este momento, o enfrentarte a él con toda tu energía.

La capacidad de sentir culpa la tenemos todos. Hay personas que no necesitan utilizarla, y otras que aprenden a desarrollarla en el entorno de su hogar. Hay familias de culposos, donde los niños, al recrear los patrones de conducta de sus padres, adoptan este mecanismo en forma sistemática.

Culpan a otros por hechos de los que tendrían que hacerse responsables. O, peor aún, asumen todo lo que les pasa en la vida con culpa. Estas personas llegan a experimentar culpa hasta por cosas sin sentido (¿Cómo se me ocurrió ir a la fiesta del sábado con esos zapatos?  Me deben haber mirado todos, y hecho comentarios a mis espaldas… ¡Qué mal que me siento por eso!  Si lo hubiera pensado mejor… si hubiera escuchado a…). Esta conducta poco saludable bloquea las posibilidades de situarnos en el aquí y ahora con todas nuestras ganas y nuestra energía, y mostrar cuán capaces somos para enfrentar los retos de todos los días, así como también nos nubla la posibilidad de disfrutar de todo lo positivo. 

Pre-ocupación

La estructura de la preocupación es idéntica.  Hay personas que llegan a obsesionarse de tal manera con hechos futuros que no pueden planear bien y en detalle los pasos a seguir hacia un fin determinado: la ansiedad hace que sólo piensen que lo peor puede pasar y seguramente pasará y qué harán ellos en ese momento.

Quiero hacer una salvedad, soy una persona optimista y siempre trato de poner lo mejor de mí para planes futuros, pero con realismo y no con preocupación. Una cosa es ocuparse de los detalles que pueden hacer que un proyecto llegue a buen puerto, y otra es no poder dormir por la preocupación o la ansiedad de lo que está por acontecer.

Las personas pre-ocupadas reaccionan con miedo ante estímulos o situaciones que en forma relajada tal vez ni siquiera registrarían, y no tienen la claridad y la fuerza necesarias para enfocarse en los asuntos que sí les permitirían llevar a cabo sus objetivos.

En caso de sentir culpa desmedida o preocupación exorbitante que provocan en ti una gran sensación de incomodidad y te quitan claridad mental y emocional para desenvolverte en el momento actual, pregúntate:

. ¿qué pasaría si vivieras aquí y ahora, libre de esa carga pesada que te impide disfrutar a pleno y mostrar tus verdaderas capacidades?

. ¿qué del presente hace que busques refugio en el pasado o en el futuro?

. ¿qué harás con toda esa energía liberada, en el presente, una vez que decidas vivir aquí y ahora?

Piénsalo… estás acá, en este lugar, en este preciso instante, hoy… un día que puedes disfrutar a pleno, y en el que tienes la posibilidad de comenzar a encontrar todo lo que necesitas para ser feliz. Créeme que tomar la decisión de deshacerte de mecanismos tan inútiles ejercerá una influencia maravillosa en cada uno de tus días.

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2 comentarios en “Ansiedad: Entre la culpa y la preocupación”

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