Ser excluido por un grupo social o familiar, es doloroso a cualquier edad. A pesar de que todo el mundo experimenta el rechazo a veces, ser excluido puede hacer que te sientas solo y triste. Para lidiar con el hecho de ser excluido, hay varias cosas que puedes hacer, la más importante llegar a entender por qué te sientes así, alentarte y hablar con tus amigos o tu familia de tus sentimientos.
Es normal sentir dolor cuando te excluyen o te rechazan, porque todos necesitamos la pertenencia social. Somos seres sociales por naturaleza, y cuando nuestras necesidades no se satisfacen, sentimos dolor y tristeza, y existen personas que hasta se llegan a sentir desprotegidos.
Algunas investigaciones recientes, han descubierto que el cerebro procesa el dolor del rechazo de la misma forma que procesa el dolor físico, como tener un brazo quebrado. El rechazo social puede provocar sentimientos de ira, ansiedad, depresión, tristeza y celos. Los investigadores han descubierto que es doloroso incluso el rechazo de los grupos que no te agradan.
Pero los invito a reflexionar, y les cuento algo que una vez leí:” toda tribu para sobrevivir, necesita mantener a través del tiempo sus costumbres y creencias. Se separa, rechaza o destierra a todo aquél que pretenda ser diferente, porque sólo así se mantienen los usos y costumbres heredados de los ancestros. Por lo tanto, si quiero mantenerme dentro del clan, seguiré siendo el pequeño. ¿Qué significa esto? Que debo seguir viviendo según sus preceptos y costumbres”.
Para que nuestro desarrollo y mi crecimiento personal pueda continuar evolucionando, debo decidir en algún momento construir mi propio estilo de vida, y a veces alejado de esas enseñanzas y principios que me han dado. Pero, pregunto: ¿Es posible hacer esto, sin que me destierren de la tribu?, lamentablemente la mayoría tiene que ser desterrado, porque indica el inicio tu viaje personal.
Es posible que, en un principio, nos sentimos huérfanos y nos mantengamos cerca de ellos, pero el verdadero poder se encuentra en todo lo que aprenderemos en el viaje hacia nuestro centro, construir una consciencia mucho más grande y amplia, y lo más sano es desprendernos de todas las creencias con las cuales no estamos de acuerdo, y buscar nuestro propio camino.
¿Nos excluyen?, No, realmente nos excluimos nosotros mismos. Con pensar de manera diferente al sistema, con nuestras actitudes y acciones, y que ellos se sienten ofendidos o amenazados, y se ponen en peligro las normas establecidas por años y años. Realmente el separarnos, no es sencillo ni es de gente débil, hay que asumirlo con valentía, porque toda decisión tiene un costo, y en lugar de culpabilizarnos, debemos hacernos responsables de nuestras propias decisiones. Comprender que ellos simplemente quieren mantener el sistema, o SU sistema, y que no nos están atacando, sino que hemos ido desarrollándonos y ya ha llegado la hora de nuestro propio crecimiento. El espacio se ha quedado pequeño para nosotros. Debemos salir de nuevo al mundo, con nuestros principios y creencias.
Recuerda siempre que la vida no se detiene y que siempre va hacia adelante. Debemos seguir nuestro camino con un corazón humilde por todo lo recibido, reconociendo que no hubiese sido posible sin ellos, amigos, compañeros o familia, y todo nos enseña, pero llega un momento que debemos de dar el brinco y pasar al siguiente escalón.
Cuando no coincides con las ideologías o las costumbres de la familia, lo más sano es respetar y tomar distancia, no los vas a hacer cambiar, deberás comprender que es necesario el destierro para tú propia evolución como persona. Algo que no debemos olvidar es agradecer lo que me han dado y hacer ahora nuestra propia vida, nuestro propio sistema.
Respetar sus costumbres y su manera de ver la vida sin hacer juicio de ellos, así son ellos, y así aprendieron, aunque seamos hijos del mismo padre y de la misma madre, nuestras vivencias personales nos orillan a pensar y actuar diferente. y ¿quiénes somos para juzgar al otro?, todos hemos vivido desarrollos diferentes, aun en la misma familia, y somos el resultado de esas creencias y vivencias.
Hace poco en Facebook alguien subió la siguiente frase: “Siempre agradece el que te excluyan de algo, te hacen ver que ya no es tu lugar. Que no necesitas ser parte de eso. Ojo, aplica en todo, familia y amigos, etc”. Y termino diciéndoles, a veces cuesta creer, que para crecer es necesario separase un día de ellos. Madurar es aprender a irnos, cuando debemos de irnos.