Ante la contingencia del COVID 19, que ha sido toda una emergencia internacional, que sin lugar a dudas presenta estados de vulnerabilidad, tanto a los contagiados como a los que se mantienen sanos, todo esto debe de activar, acciones preventivas de índole psicológicas.
Al endurecer las medidas preventivas, y al presentarse una gran cantidad de personas contagiadas se generará: sobre demanda de servicios médicos, paro económico, desempleo, dificultades financieras, vandalismo, riesgo de violencia intra- familiar, abuso sexual, desórdenes y alteraciones emocionales y si no hay un control podemos caer en caos y pánico colectivo.
Lo más “normal” es que presentemos como respuesta psicológica si se llega a esa situación tres sentimientos: miedo, angustia y/ o ansiedad. Y es momento de definir estos términos para aclarar y llegar a la comprensión de los mismos.
Miedo, es un sentimiento que la persona lo experimenta, provocada por la presencia de un peligro real o imaginario, en el miedo hay un sentimiento por un peligro presente o inminente, se vive en tiempo real, este miedo surge de la confrontación con el peligro latente, se vive como un peligro ante el evento, nos preparamos y nos motivamos para vencer la situación, pero se llega a un momento en que se entrelaza con la ansiedad.
También se presenta como un sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea. Una amenaza real, actual o futura es la base del miedo
Angustia, se experimenta también en tiempo real, es una emoción transitoria, es un estado de intranquilidad o inquietud muy intenso, causado especialmente por algo desagradable o por la amenaza de una desgracia o un peligro, puede presentar terror y agobio, la causa es desconocida, con matices agudos.
Acompañada generalmente de sensación de muerte inminente o de pérdida del control y de síntomas físicos tales como dificultad para respirar, palpitaciones, opresión en el pecho, sequedad de boca y sudoración.
La angustia es percibida como carente de objetivo, Lo que siento cuando me atacan con un cuchillo, es miedo. Si siento lo mismo sin que me estén amenazando físicamente, es angustia.
Ansiedad es el sentimiento de anticipación a un peligro, estado desagradable de aprensión, preocupación o desasosiego excesivos que impide a la persona relajarse. Es de menor intensidad que la angustia, pero no sabe explicar la causa de su intranquilidad se caracteriza por una extrema inseguridad, miedo al futuro, o a la muerte. Puede ser crónica, particularmente se define como una inquietud y anticipación temerosa al futuro, puede paralizar emocionalmente al grado de no poder tomar decisiones correctas.
Una persona con ansiedad puede presentar perturbaciones fisiológicas: irregularidades cardíacas, dificultades respiratorias, temblores, náuseas, alta /baja presión arterial, que pueden interpretarse de forma errónea como síntomas de colapso cardíaco y de muerte próxima.
La invitación es a empoderarse de los conceptos de salud mental de una manera sencilla pero adecuada, teniendo en cuenta que no es tema solo de psicólogos y psiquiatras, se trata de que todos podemos participar de manera activa en la promoción de la salud mental y en las actividades de prevención, tratamiento y rehabilitación de una manera más informada y por lo tanto más efectiva.
Octavio Robledo L.
Psic. clínico – Tanatólogo
Tel consultorio 982,52,36
FB tanatólogo Octavio Robledo