El gran error: “échale ganas”.

La depresión y la salud van de la mano. Actualmente es muy alto el índice de esta enfermedad, incluso se dice que fue una de las secuelas que dejó el COVID Afecta tanto al cuerpo como a la mente. La identificación de los síntomas físicos de la depresión puede ayudar a manejarla.

Desde hace décadas y aún se continua por parte de investigadores científicos, estudiando la depresión y sus efectos sobre la salud. Lo que están descubriendo es que las causas de la depresión pueden variar, como tener un exceso de cortisol, una hormona del estrés, o incluso tener un hipocampo más pequeño.

Algunos factores desencadenantes que pueden causar que una persona se sienta deprimida incluyen: Antecedentes familiares, depresión estacional, tristeza, duelo o trauma, enfermedad o condición crónica, dar a luz, eventos estresantes.

Sea cual sea la causa fundamental, los efectos de la depresión sobre la salud pueden ser profundos y duraderos. Para entender esto es importante atender a nuestro cerebro, el principal órgano de nuestro cuerpo, tu cerebro es un enjambre de actividad. Envía señales entre diversas regiones del cerebro que controlan tu ánimo, tus emociones y las funciones saludables normales de tu cuerpo.

 Estas señales son neurotransmisores. La serotonina es un neurotransmisor mayormente relacionado con el ánimo. Se cree que cuando los niveles de esta hormona disminuyen, la persona está en riesgo de sufrir depresión y diversos problemas anímicos y emocionales. Además de equilibrar el ánimo y las emociones, la serotonina ayuda a regular el sueño, ánimo, salud ósea y deseo sexual. La serotonina es más conocida como un químico cerebral, pero circula por el cuerpo, a través de la sangre

La depresión puede causar graves estragos en tu cuerpo. Afecta casi todos los aspectos de tu salud física, como, por ejemplo: fatiga, disminución de energía, subir o bajar de peso, bajan las defensas de tu sistema inmunológico, baja  el deseo sexual,  se presenta dolor: Se cree que existe una conexión muy cercana entre el dolor y el cerebro. 

Las personas que sufren de depresión pueden tener dolor de cabeza, dolor de espalda, fibromialgia y otros tipos no específicos de molestias y dolores como un síntoma de depresión. Por otra parte, las personas que sufren de dolor crónico también pueden tener depresión.

Con lo anteriormente expuesto, no se trata de decirle al paciente depresivo: “échale ganas”, “todo está en tu mente”, “tu puedes”, no definitivamente NO, no está en su poder mental, él/ ella requiere de un  tratamiento eficaz, es por medio de un equipo de especialistas, en este caso se debe atender a estos pacientes por un neuropsiquiatra, o en su caso un psiquiatra y por un psicólogo clínico.

La depresión, la mente y el cuerpo, están estrechamente alineados. La depresión a largo plazo sin tratamiento puede causar graves problemas de salud. El psiquiatra y el psicólogo trabajan en equipo y elaboran un plan de tratamiento adecuado para las personas que padecen esta terrible enfermedad llamada depresión, que debe incluir medicamentos, terapia de diálogo y otras técnicas para aliviar la depresión y los síntomas asociados.

Entonces no caigas en esa falacia que tu mente “todo lo puede”, no hagas sentir peor al paciente, al contrario, dile que entiendes su enfermedad y que será tratado por los especialistas y su tarea será disciplinarse al tratamiento  y saldrá adelante.

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