La pregunta de los millones de dólares…¡Porque a mí?, hay personas que se pasan todo el día preguntándose, van de un lado a otro, pasan los días, los meses y a veces hasta años y ellos formulándose la misma pregunta.
A veces hacemos referencia a nuestros hábitos: si yo no fumo, si yo cuido mi nutrición, yo hago ejercicio todas las mañanas, me desvelo poco, soy buena persona, tengo buena comunicación con mis hijos, respeto a mi pareja, y….¿porque a mí?.
¿Cuánto daríamos para que un brujo, vidente o sabio nos contestara la famosa pregunta? Y nos explicara él porque estoy viviendo esta crisis emocional, porque me abandonaron, porque me fraudaron, porque ya no me contrataron, porque me dijo el doctor que tengo un diagnóstico de cáncer, perdí mi casa, murió mi hijo.
Y le agregamos a la pregunta que nos da vueltas y no nos deja ni dormir: “¿Por qué a mí? Y no a”…. A mi compañera que ni cuida a sus hijos, a José que es un borracho, a fulano que es un irresponsable, a los delincuentes, a los envidiosos, a los malos políticos…. pero al final nos damos cuenta que solo a nosotros nos toco vivir esta pena, este dolor.
En la vida debemos de aceptar nuestras circunstancias, dejar la soberbia para dejar paso a la aceptación, sin juzgar lo que está sucediendo y poder vivir nuestro duelo y llegar a superar la pérdida, aplicándonos en lo que nos tenemos que enfocar y aplicar para poder evolucionar como ser humano.
Creo mucho en la ley del boomerang, en donde la vida te regresa lo que le envías. Por eso repito una y otra vez en mis Conferencias o en consulta la importancia de cuidar cada uno de nuestros pensamientos o acciones que compartimos con los demás. Estoy totalmente consciente de que estamos viviendo una realidad creada por nosotros mismos, como resultado de nuestras decisiones.
Pero también entiendo que hay algo mucho más allá de nosotros, que permite que sucedan experiencias difíciles para darnos aprendizaje y lecciones de amor. Y es la vida misma la que nos envía situaciones que nos da la oportunidad de evolucionar a ser seres humanos positivos.
Si nos dejáramos fluir aceptando los mensajes de la vida, podríamos encontrar una vida más ligera y le daríamos más sentido a todo lo que nos sucede. Cuando aprendes a “leer lo que te manda la vida” es cuando aceptamos esa gran frase: “las casualidades no existen, todo pasa para algo” , a todo momento que te es doloroso e incluso lo grandioso, pregúntate ¿PARA QUE? Y soltamos el ¿Por qué?, y si te concentras y te sacudes el negativismo comienzas a encontrar en que tienes que trabajar en tu persona para seguir evolucionando, porque precisamente de eso se trata la vida de una constante evolución.
No te compares, cuestiones, no juzgues ni trates de ganarle a la vida. Es desgastante y te lleva al vacío, a la nada. Al contrario, busca dentro de ti lo que el Universo te quiere mostrar no sólo para tu propio beneficio sino para compartirlo con los demás.
No estamos en este mundo para sufrir, sino para gozar y evolucionar. Y Probablemente has pasado pruebas difíciles, pero ¿sabes? estoy plenamente convencido de que al final del día te llevarán a lo que realmente deseas, siempre y cuando estés dispuesto a trabajar para que sucedan, porque nada cae del cielo… bueno, solo la lluvia. Siempre he creído que nada es para siempre, si estas pasando por una buena racha aprovéchala, gózala porque se va a ir y si estas pasando por un mal momento, ocúpate y no te preocupes demasiado también va a pasar.
Desapégate de la obsesión de que no haya problemas, porque de alguna u otra forma siempre estarán presentes. Y la gran noticia es que al día de hoy no se ha descubierto que entre más preocupación más fácil desaparecen las crisis.
No podemos andar por la vida preguntándonos todo el santo día ¿Por qué a mí? Porque ni encontraremos la respuesta ni dejaremos de sufrir. Al contrario, magnificaremos nuestro acontecimiento y un vaso de agua lo podemos convertir en una gran tormenta.
Es el momento para preguntarte en el fondo de tu corazón, simple y sencillamente: ¿PARA QUÉ estoy viviendo esto?
Recuerda que si haces la pregunta correcta llegará la respuesta adecuada. No pidas explicaciones, sólo lecciones. Si lo haces, encontrarás mucho aprendizaje, pero sobre todo mucha paz y tranquilidad.