¿QUÉ PASARÁ CON LA SALUD MENTAL?

Estamos viviendo tiempos muy difíciles, en todos los aspectos: salud tanto física como mental, economía en todos los niveles, política, situaciones educativas, familiares, de pareja, entre otras más, definitivamente después de la pandemia del coronavirus, se presentan severas consecuencias psicosociales entre la población afectada, son muy pocos los que se han salvado de una implicación psicológica afectada.

Y todas estas nuevas implicaciones que estamos experimentando, crean una atmosfera inquietante, que genera todo un repunte de trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, a la salida de la pandemia de coronavirus se prevé una oleada de pacientes con trastorno por estrés postraumático, puede desarrollarlo cualquier persona que haya vivido un episodio o suceso traumático; esto incluye a los sobrevivientes de enfermedades graves.

El TEPT (trastorno por estrés post traumático), incluye una sensación continua de miedo y estrés después del evento traumático. Entre sus síntomas, estas personas tienden a revivir constantemente el suceso (reviviscencia) a través de pesadillas, flashbacks o pensamientos intrusivos, la evasión de lugares u objetos que recuerden el evento, un estado de hipervigilancia en el que está predispuesto a sobresaltos, además de irritabilidad y tensión frecuentes. El TEPT también incide en la percepción de la realidad con la aparición de pensamientos negativos sobre uno mismo, sentimientos de culpa y remordimiento, problemas de concentración y hasta alteraciones de la memoria en torno al evento.

Actualmente los científicos de la salud mental han pronosticado que al final de la pandemia del covid, las personas con mayor riesgo de presentar secuelas psicológicas durante la recuperación, son los trabajadores de la salud o personas que conocían casos graves de contagio en su círculo cercano, Quienes perdieron a un ser querido por este virus, o sus consecuencias. Quienes vivieron un periodo de confinamiento muy largo, durante la crisis epidemiológica, también pueden presentar una incidencia alta de malestares psicológicos como depresión y TEPT. 

También habrá que prestar atención a la población que ya vive con morbilidades asociadas a casos severos de coronavirus, este es un nuevo grupo de personas que están apareciendo, los sobrevivientes, pero que se quedaron con ciertas secuelas, y que ya presentaban: hipertensión, diabetes, obesidad, tabaquismo o deficiencias pulmonares. Estos pacientes pueden desarrollar más rápidamente problemas de desgaste emocional, como depresión, ansiedad, enojo.

El tan esperado ingreso a la “nueva normalidad”, no será sencillo; hay muchos factores que se están viendo involucrados y simplemente todos de alguna manera nos vimos o nos estamos sintiendo vulnerables con este virus y sus mutaciones, espero que en esta fase de recuperación,  las autoridades sanitarias se enfocarán en acciones de autocuidado, asesoría psicológica, tratamientos tanatológicos, además de  la reconstrucción del tejido social.

Lamentablemente ni la concentración, ni la productividad, ni el desempeño serán mágicamente iguales o mejores que hace tres años o más, después de meses de home office, de jornadas extendidas y de exposición constante a la incertidumbre económica y sanitaria, recordemos que ya casi cumplimos con dos años de que todo nos cambió.

“A veces podemos pensar que se acaba la crisis y vamos a regresar a las actividades normales, pero es importante detenernos y reconocer que lo que sucedió nos cambia de alguna forma”, explica la Dra. Lorena Rodríguez Bores, Secretaria Técnica del Consejo Nacional de Salud Mental.

Después de todo, el duelo post coronavirus será una realidad , triste, angustiante, y que por un largo tiempo seguiremos sintiéndonos vulnerables y eso será en todas las personas del planeta, es triste pero debemos de entrar en consciencia, de que ya nada será igual, y si nos sentimos mal emocionalmente acudamos a consulta pero con un psicólogo calificado.

 “Hay que reconocer que mentalmente nos afecta”, dice Rodríguez Bores. “No nada más, es por el desafortunado fallecimiento de las personas por COVID-19. Estamos perdiendo ciertas libertades, vamos a perder cierta forma de vida”, pero el ser humano tiene algo llamada resiliencia y tendremos que hacer uso de nuestra fuerza interior para afrentar a lo que siga y poder recuperarnos como seres humanos.

 

Octavio Robledo L
Tel consultorio 669 982 52 36

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